Las lluvias propician un buen estado de los cereales
La climatología en España favorece el buen desarrollo de los cultivos, mientras la inquietud en el mercado mundial de cereales crece por factores geopolíticos

Los cereales han sido una de las producciones agrarias beneficiadas por las copiosas precipitaciones de las últimas semanas que han propiciado un buen estado de los cultivos como el trigo, la cebada y la avena, y han favorecido su correcto desarrollo. A nivel nacional, la situación de la campaña varía por regiones y los próximos meses serán determinantes para evaluar la calidad y la cantidad de la cosecha, con especial atención a las temperaturas y precipitaciones que se registren hasta mayo. A continuación, analizamos como fue la siembra y la evolución de los cereales en las distintas zonas en las que el Grupo AN tiene cooperativas socias.
En Navarra, las condiciones climatológicas fueron favorables para la siembra, tal y como explica Juan Luis Celigueta, director de la sección de Cereales del Grupo AN: “Las lluvias fueron abundantes, aunque en algunas zonas, especialmente en el este de la comunidad, el exceso de precipitaciones ha generado ciertos problemas en el periodo de siembra”. En general, el desarrollo de los cultivos está siendo positivo, “aunque la preocupación por unas temperaturas anormalmente altas para esta época del año genera incertidumbre sobre el impacto que podrían tener en la fase de crecimiento del cereal”, detalla Celigueta.
José López-Duplá, director comercial de Cereales en el Valle del Ebro del Grupo AN, señala que el inicio del otoño fue muy lluvioso, lo que permitió un buen control de malas hierbas gracias a los tratamientos con glifosato. “Las siembras están muy limpias, algo generalizado en todo Aragón”, resalta. Sin embargo, en la zona de Jaca, el exceso de precipitaciones en la época de siembra provocó dificultades y dejó algunas parcelas sin sembrar.
En la Hoya de Huesca y la zona de Zuera, la siembra y la nascencia han sido buenas en general, aunque las parcelas sembradas en diciembre presentan un menor desarrollo debido a la escasez de agua. En la margen derecha del Ebro, las primeras siembras han evolucionado correctamente, pero las segundas han tenido problemas por la ausencia de lluvias en los últimos tres meses.
Como es habitual, en Castilla y León la siembra ha sido heterogénea debido a la extensión del territorio. Roberto Martín, director comercial de Cereales del Grupo AN en la Zona Duero, señala que “al inicio de la campaña el terreno estaba algo seco, pero las lluvias posteriores mejoraron las condiciones de nascencia del cereal. Sin embargo, en algunas áreas, las precipitaciones retrasaron o impidieron la aplicación de nitrogenados a tiempo”.
Debido a las condiciones climáticas, se han detectado algunos casos de infección por hongos, especialmente en cebadas. A pesar de esto, Roberto Martín afirma que la evolución general de los cereales es favorable, “pero como todos los años, los meses de abril y mayo serán clave para la evolución y el desarrollo del cultivo”.
Por su parte, Jesús Alcocer, responsable de Cereales en Castilla-La Mancha, explica que mientras que las siembras tempranas realizadas en noviembre tuvieron una buena nascencia gracias a la humedad del suelo, las tardías han experimentado problemas debido a la falta de precipitaciones.
Por zonas, en Cuenca y Ciudad Real las condiciones han sido más favorables, permitiendo un crecimiento adecuado de las plantas; en Guadalajara las siembras se retrasaron debido al exceso de agua; y en Albacete la ausencia de lluvias ha afectado gravemente a la nascencia.
Manuel Romero, técnico de Cereales del Grupo AN en Extremadura, indica: “En general, la siembra fue bien, especialmente en las parcelas sembradas más temprano, que se beneficiaron de las primeras lluvias”. En la zona de Campanario, donde los suelos son más secos y rocosos, las precipitaciones recibidas han sido beneficiosas para el desarrollo de las plantas. En contraste, en la campiña extremeña se ha generado cierto retraso en el crecimiento, debido al exceso de precipitaciones, pero se espera una buena campaña. “Es posible que este año se produzca un incremento en las hectáreas sembradas de maíz y arroz, en parte debido a la rotación de cultivos y a la reducción de las hectáreas de tomate”, explica Manuel Romero.
INCERTIDUMBRE DEL MERCADO
El mercado mundial de los cereales se encuentra en un momento de gran incertidumbre, influenciado principalmente por factores geopolíticos y económicos. Juan Luis Celigueta destaca que la reciente fortaleza del dólar frente al euro, tras la elección de Donald Trump, ha encarecido las importaciones, lo que ha provocado un aumento de precios en el mercado. Desde el mismo día en que se conoció el resultado de las elecciones en EE.UU., el dólar se fortaleció, lo que encareció las importaciones de cereales y tuvo un efecto directo en el mercado español. En el mes de enero, el mercado mundial registró una subida de precios, de entre 10 y 15 euros por tonelada, que se ha mantenido estable desde entonces. Este incremento no ha sido impulsado por la escasez del producto, ya que a nivel mundial no hay problemas de cosecha ni falta de oferta, sino por el encarecimiento de las importaciones.
En España, hay una gran disponibilidad de cereal, especialmente en las regiones de Castilla y León y Castilla-La Mancha, a pesar de la liquidación de producto por parte de los agricultores en el mes de diciembre. “El mercado está tranquilo debido a la abundancia de oferta nacional. Sin embargo, la gran incógnita sigue siendo la evolución de los mercados internacionales, que dependen en gran medida de los acontecimientos geopolíticos”, explica Juan Luis Celigueta.