La importancia de las certificaciones para competir en el mercado
AN Avícola Mélida acaba de renovar dos importantes acreditaciones a las que solo optan las mejores industrias alimentarias
En un mercado cada vez más competitivo y con unos consumidores cuya exigencia va en aumento, la importancia de los certificados de calidad en la industria agroalimentaria es vital. Los clientes quieren saber no solo qué compran, sino también qué procesos se han seguido para obtener los productos y las condiciones laborales de quienes han trabajado en ellos.
Algunas de estas certificaciones son indispensables porque sin ellas no es posible trabajar con las grandes cadenas de distribución, con los principales clientes. De ahí la importancia que para AN Avícola Mélida tiene haber renovado en los últimos meses dos de las principales acreditaciones de calidad: IFS y BRC.
“Se trata de certificados que cada año aumentan su nivel de exigencia”, explica el director de AN Avícola Mélida, Iokin Zuloaga. “Realizan una auditoría por sorpresa y exigen que toda la organización esté perfectamente alineada, de manera que cuenta la excelencia de cada departamento y cada puesto de trabajo”, expone. “Son procesos muy estresantes, pero es que sin estas acreditaciones no tienes la posibilidad de competir en el mercado de la distribución moderna”, afirma Zuloaga. “El hecho de que las auditorías se realicen sin previo aviso obliga a mantener siempre unas condiciones perfectas”.
Cuando llega el momento del examen, todo cuenta. Hay una parte más documental que valora, entre otras cuestiones, cómo la empresa certifica a sus proveedores. Después está la visita a las instalaciones: “Debe encontrarse todo en un perfecto estado: no puede haber una mosquitera rota o un lavabotas estropeado”, explica el director de AN Avícola Mélida. “Y la limpieza se vigila al milímetro: se toman muestras biológicas de superficies para comprobar que se ha realizado correctamente”. IFS y BRC son dos certificados de calidad diferentes, aunque poseen muchas similitudes. “El hecho de poseer ambas nos posiciona mejor y nos da una mayor garantía, ya que algunos clientes valoran más una de ellas y otros, la otra”.
EL BUEN CLIMA SOCIAL TAMBIÉN SE ACREDITA
En los últimos meses, AN Avícola Mélida ha pasado otra importante auditoría centrada específicamente en la valoración del ambiente social: el clima laboral que se registra en el centro de trabajo. “En este caso se trata de una auditoría que realiza la empresa SGS y puntúa cuestiones como el grado de satisfacción de las personas, cómo es nuestra escala salarial o el grado de cumplimiento de toda la legislación laboral, tanto de las personas que trabajan en nuestra planta como de las subcontratadas”, relata Iokin Zuloaga.
Para realizar la valoración y, en caso positivo, conceder el certificado, SGS realiza entrevistas personales con la plantilla. “El auditor pide el listado del personal y selecciona a unos cuantos trabajadores, a los que pregunta cómo se encuentran en la empresa. Valoran los planes de formación, de igualdad y diversidad, etcétera. Se trata de un certificado novedoso y que se tiene cada vez más en cuenta porque garantiza el bienestar de quienes trabajan para producir los productos que los clientes adquieren”, añade.
MEJORA DE FÓRMULAS PARA NUTRISCORE
“Además de las certificaciones de calidad, hay otra cuestión que los consumidores están valorando cada vez en mayor medida: la clasificación Nutriscore”, expone Zuloaga. Por eso, AN Avícola Mélida está trabajando en la mejora de sus recetas, sobre todo en las de los productos elaborados, para adquirir la nota más alta posible en ese ranking. “Bajamos sulfitos, la cantidad de sal, las grasas, y todo ello sin perjudicar el sabor”.
Nutriscore es un sistema de etiquetado que permite a los consumidores valorar fácil y rápidamente la calidad nutricional de los alimentos y cuyo objetivo es, precisamente, motivar a los fabricantes a mejorar la composición nutricional de sus productos.
Consiste en un logotipo de cinco colores asociados a letras que describen cinco clases de calidad nutricional: del verde oscuro para la calidad óptima (A) al rojo (E) para la peor. “Hemos ido adecuando referencias de hamburguesas, longanizas, carne picada y productos adobados de pollo y pavo para mejorar esta nota de Nutriscore, que cada vez está más presente en los supermercados. Lo que pretendemos es demostrar la buena salud de nuestros productos”, afirma Iokin Zuloaga.
“Tenemos que darle al cliente la confianza de que el producto que se lleva a casa es de muy buena calidad, con lo que nuestro objetivo es acercarnos lo máximo posible al verde oscuro, a la A. El consumidor se fija cada vez más en que los productos que adquiere poseen este tipo de certificaciones”, concluye.
El trabajo de AN Avícola Mélida es constante para obtener estas acreditaciones de calidad en productos y procesos, de clima social y de parámetros nutricionales a los que el mercado presta una atención creciente.